¡Fin de exámenes de septiembre! Con un promedio del 50% aprobado... Al fin y al cabo, se acabó. Vuelvo a ser melómana, devoradora de libros y cinéfila nocturna y trasnochadora. Vuelvo a caer en las tentaciones que no debería, en la eterna noche del día y en el deseo de cosas imposibles. Tras un verano agotador tanto física como psicológicamente -lo que no quita que no haya estado de puta madre- seguido de la correspondiente evaluación académica que nadie desea que llegue (por lo menos he terminado temprano), vuelvo a nadar en los paisajes oníricos de tu rostro desconocido, de tus labios sensuales y poderosos... Caigo, soy débil, y caigo. Me gusta ser débil, frágil como una pompita de jabón para poder explotar dentro de tí. Para gritarte al oído que las almas gemelas existen, que las fabricaron exclusivamente para tí y para mi. El mundo es nuestro. De momento sólo mío.