Vidas pasadas


Antes, hace tres o cuatro meses, era más literaria. Luego, un paréntesis desconocido en mi vocabulario, me hizo abandonar; y ahora, he vuelto a escribir, aunque ya no sé con qué adjetivos, palabras, sustantivos o indefinidos describir mi manera de plasmar en papel las ideas de mi destartalada cabeza.
Mi forma de redactar, de transmitir escribiendo, ha cambiado; o quizás, ha evolucionado.


Hace poco alguien me dijo: "las personas no cambian, evolucionan". En ese preciso momento no le encontré ningún sentido a lo que me acababa de decir, no percibí la diferencia entre cambio y evolución; sin embargo, ahora quizás me esté dando cuenta de que esa frase tenía y tiene parte de razón.


De hace tres meses a ahora, me siento evolucionada y no cambiada. Sigo siendo la misma, con los mismos gustos e incluso más, con la misma mentalidad aunque diferente, el mismo corte de pelo aunque algo más largo, el mismo cuerpo más o menos delgado... Y esos pequeños cambios que se hayan podido producir son vanales en comparación con mi crecimiento interior, esos peldaños que he alcanzado en mi mundo espiritual.


Así es como me siento: EVOLUCIONADA.


Ni escribo de lo mismo, ni escribo de la misma manera, porque mi ser ha alcanzado la siguiente frontera, y por ello, debe adaptarse a este nuevo país en el que se encuentra.


Vamos subiendo peldaños, traspasando fronteras, abriendo diferentes puertas, pero siempre somos los mismos. Es solo que, según lo que te encuentres al traspasar el umbral que sigue al siguiente, deberemos adaptarnos de una forma u otra.



Comentarios

Entradas populares de este blog

May Saturn never devour our Love

Ayer

AND THE OSCAR GOES TO...